Las distintas opciones de alquiler y sus características

Aproximadamente, el 20% de los españoles dispone de dos viviendas, una primera vivienda de uso habitual y una segunda de uso vacacional. Esta segunda sería la opción potencial de alquiler.
La segunda vivienda se suele utilizar en las épocas vacacionales, 3 meses como máximo.
Es por ello, que muchos de los propietarios se plantean la posibilidad de sacar algún tipo de rentabilidad a estas viviendas.
Los dueños suelen utilizar esta rentabilidad como opción para cubrir los gastos que conlleva la vivienda o incluso como una fuente de ingresos continua.
Según Alfa Inmobiliaria, la forma de arrendamiento dependerá de las necesidades del propietario. Podremos diferenciar tres alternativas para sacar la máxima rentabilidad al inmueble.
Alquiler tradicional
En primer lugar, el alquiler habitual nos aporta confianza y estabilidad. Se trata de un contrato de arrendamiento tradicional.
Alquiler temporal
También existe el alquiler temporal, el arrendamiento por períodos de tiempo limitado. Esta es la opción idónea si consideramos el uso vacacional por parte del propietario.
El dueño podrá alquilar su casa únicamente los meses que no vaya a habitarla.
Esta alternativa es perfecta para turistas y jubilados extranjeros. Estos son propensos al alquiler de viviendas en nuestra costa durante el invierno.
Alquiler turístico
En este caso, la ubicación toma el rol protagonista. Debido a su alta demanda, puede resultar la opción más beneficiosa.
Eso sí, es necesaria la licencia de alquiler turístico, que deberá ser aprobada por la Comunidad Autónoma en cuestión. Para ello, la vivienda deberá reunir ciertos requisitos, como su acceso o la instalación de wifi y aire acondicionado.
Para llevar a cabo esta forma de arrendamiento necesitaremos cierto apoyo. Esto es, podremos utilizar las principales plataformas de internet para anunciar el inmueble, como Booking o Airbnb.
Además, tendremos que gestionar las reservas, la limpieza de la vivienda y la atención de los clientes.
En definitiva, en momentos en los que no conviene vender, es preciso conocer las diferentes alternativas. Así, obtendremos la máxima rentabilidad de nuestra segunda vivienda.
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